Después de un largo viaje y haber descansado bien, nos hemos levantado pronto..Un Milagro!!!
El hostel "tá bom". Muy limpio, muy agradable y muy bonito.
Hemos desayunado en la pérgola del jardín, con un calor, ya de buena mañana, espectacular. Con el estómago lleno nos hemos dispuesto a conocer Recife.
La primera impresión: UN CAOS. Rascacielos, casitas y canales forman el barrio de Boa Viagem, en el que nosotras estamos.
Hemos cogido un autobús dirección al centro de Recife. El Mercado de Sao José ha sido la primera parada.
Hemos estado paseando por las sucias y malolientes pero a la vez pintorescas y preciosas calles del centro de Recife. Centenares de puestos de artesanía, comida y gente nos han hecho alucinar.
Al principio un poco temerosas, pero a medida que iba pasando el día, más seguras. La gente es muy amable, y siempre está dispuesta a ayudarte.
Nos hemos vuelto locas para encontrar un banco donde cambiar dinero. Finalmente hemos ido al shopping Recife, donde además de cambiar reales, hemos comprado un móvil (por cierto el número ya os lo daremos que no lo sabemos)...
Hemos vuelto al hostel andando por la playa, muy a pesar de blanqui, que al final ha disfrutado sacando fotos a los carteles de aviso de Tiburones de la playa. La "praia" es larguísima y toda la costa está urbanizada. Es una especie de Benidorm a lo brasilero (muchos edificios están que se caen). Hay tiburones, no se puede practicar surf por culpa de los arrecifes (de ahí el nombre de la ciudad) y no es muy segura (al igual que el resto de Recife). De todas maneras tiene su encanto.
En el hostel, hemos visto el partido del Barça y disfrutado de los primero amigos del viaje. Marius, un alemán al que los mosquitos le han comido entero (nosotras vamos en camino) y a Leandro, un Paolista que nos ha aconsejado muchos lugares para visitar.Una tarde muy agradable y tranquila.
Primer día superado! El viaje ha comenzado!!!