De Uyuni a Salta, un viaje INOLVIDABLE!

Inolvidable, y no por lo bien que lo pasamos. Empecemos por el principio...

Después de los tres días de tour y de visitar el Salar, la excursión terminó y nos quedamos en el centro de Uyuni por unas horas. El pueblito no tiene nada en especial. Las calles por donde paseamos estaban llenas de comercios y sitios para comer, alguna que otra plaza.. muy tranquilito y sencillo. Lo que más nos impacto son los precios..todo baratísimo con respecto a lo que estábamos acostumbradas!

Estuvimos viendo como irnos hacia Argentina y teníamos dos opciones: 10 horas en tren en clase popular (asientos no reclinables, de madera y en bancos de tres) por 4 euros; o 10 horas en bus (asientos reclinables e  inviduales) por 7 euros. La única pega es que éste último podía demorarse un poco a causa de las lluvias. Nada peligroso! La mujer de la estación nos dijo: "si no tenéis prisa es la mejor opción".

Cabe decir que cualquiera de las dos era una locura, puesto que el tramo hasta la frontera con Argentina era de no más de 300 km. De todas formas elegimos el bus!

A las 20.30 horas nos subimos. Al estar oscuro nos pareció que bueno, tampoco estaba tan mal! Esperábamos algo peor..Empezamos camino y enseguida nos acostumbramos al traca-traca de la carretera de tierra y barro por la que íbamos.

Después de una hora de viaje, el bus se detuvo de repente. Una mujer entró y nos dijo: "vamos a esperar que hay un río que tiene mucha agua". Ya estábamos avisados de que podía pasar, pero todos esperábamos que no pasase.

Después de un rato los asientos ya no parecían tan reclinables, y el espacio con el asiento de delante cada vez se hacía más pequeño! La gente se empezó a dormir y con ello empezó un concierto de ronquidos insoportable. Además el aire cada vez estaba más viciado (ni ventanas, ni aire acondicionado por supuesto)...

Con Blanca, decidimos bajarnos un rato del bus, el olor y el calor nos estaban matando. Además de tomar el aire, pudimos ver el peazo de río que había. No era broma! El río media unos 20 metros de ancho y bajaba mucha agua!

En total estuvimos 4 horas parados esperando, y de repente, la señora volvió a entrar y dijo: "bueno vamos a seguir". Había dos buses más delante nuestro que ni se movieron. El bus se puso en marcha, adelantó a los otros dos y llegó hasta el río para cruzarlo ( cuando decimos cruzarlo es cruzarlo, ni puente ni nada!). Entró en el río y cuando estaba en medio se frenó. A esa altura el bus estaba ya totalmente inclinado y el agua llegaba hasta la mitad del bus. Parecía que el río se nos iba a llevar!! No sabemos aún como pero al final conseguimos salir. Que acojone!!

Cuando estábamos ya del otro lado la señora volvió a entrar para pedir a los pasajeros que bajásemos ya que la bodega se había inundado y las mochilas estaban mojadas  y acabó la frase puntualizando que íbamos a seguir solos, porque los otros no se atrevían a cruzar! Estupendo, menudo momento para hacerse el valiente!! La mejor compañía!! Casi la matamos!!

Hicieron falta 10 horas más para llegar hasta Villazón, la ciudad fronteriza con Argentina. Cuando llegamos nos dirigimos al puente que separa los dos países y nos pasamos unas 3-4 horas más haciendo cola para que nos sellaran el pasaporte. Al lado del puente había otro puente, por el que un montó de bolivianos corriendo de un lado a otro cargaban mercancías desde Argentina a Bolivia...mejor ni preguntar!!

Conseguimos llegar a Argentina, por fin!! Y enseguida nos metimos en otro bus que nos llevaría hasta Salvador de Jujuy y de ahí otro que nos dejaría en Salta. Parecía que ya estaba todo hecho, el bus era comodísimo, pero aún quedaba una última sorpresa... A una hora de la Quiaca (frontera Argentina), había un parón de obreros que habían cortado la carretera.

No lo podíamos creer!!! Después de 1-2 horas esperando, nos hicieron bajar del bus, cruzar al corte y tomar otro bus que estaba del otro lado y que nos llevaría hasta Jujuy.
Llegamos a Salta a las 23h muertas y nos fuimos directas al hostel a ducharnos y a dormir!!! Que gusto!!

Pasamos dos días en Salta muy tranquilitos. La ciudad es muy bonita. La plaza 9 de Julio que está en pleno centro nos encantó. Visitamos ahí el museo de Arqueología de Alta Montaña. Increíble! Tienen 3 momias de niños que enterraban los Incas como ofrenda a los dioses. Por las condiciones en las que se encontraban los cuerpos ( bajas temperaturas, bajas presiones, asepsia..) están perfectamente conservados. Es impresionante!! También subimos al cerro San Bernardo para tener una panorámica de toda la ciudad! El paisaje ha vuelto a cambiar por completo. Se acabó el desierto para dar paso a lo verde otra vez.

Nos dio pena no podernos quedar algún día más para visitar los alrededores, pero teníamos que salir zumbando hacia Iguazú!! Ahí vamos cataratas!!

Bus escolar con el que cruzamos tres ríos y pasamos 15 horitas. Puede ser
que parezca mejor de lo que era pero creernos...era muy chungo!!

Interior del bus. El suelo era como una moqueta suelta de goma neumática asquerosa.

Llegamos a Argentina.

Frontera La Quiaca- Villazón. No se ve muy bien pero debajo del techito
detrás de Blanca en la parte izquierda hay una super cola. Ahí estuvimos
unas horitas para sellar el pasaporte!

Todos para abajo del bus!!

Cambiando de bus!

Mochileando.. manda huevos..cuando más pesan las mochilas más tenemos
que cargarlas..Maldito Murphi!!!

Dos amigos que nos hicimos en el bus!!

Catedral de Salta. Ojo que lo ve todo!!

Señor rezando.

Teleférico para subir al cerro San Bernardo.

Camino al cielo!!

Maravillosa vista de Salta.

Impresionante!! No apto para gente con vértigo!!

Iglesia de San Francisco en el centro de Salta.

Plaza 9 de Julio en el centro de Salta. Una preciosidad. A la izquierda de la
foto, detrás de las sombrillas está el MAAM (museo).

Catedral de Salta.

Peatonal Alberdi. Una de las calles peatonales del centro de Salta llena de comercios
y baretos para comer!